lunes, 11 de junio de 2012

LA BANCA ÉTICA

Hace unos meses decidí hacerme cliente de Triodos Bank, el principal representante de la llamada Banca Ética en España. Como consumidores tenemos un poder enorme a la hora de elegir en qué gastamos o dónde invertimos nuestro dinero y subestimamos el efecto de nuestras decisiones. Cada granito de arena importa, y yo me sentía un poco contradictorio predicando unos valores y ayudando con mis ahorros a financiar actividades y conductas que les eran contradictorios.

La Banca Ética publica con total transparencia sus actividades y sus inversiones en la página Web. Me parece necesario por su parte, pero yo no me lo he leído ni lo pienso hacer. Si dicen la verdad cuando afirman que son honestos su palabra me vale. Me los creo. Si mienten yo tampoco tengo herramientas para comprobarlo. No tengo capacidad para hacerles una auditoría, para confirmar que sea cierto lo que publican en la Web y lo que predican en su discurso. He visto un montón de vídeos en You Tube y he asistido a algunas conferencias, pero no tengo forma de verificar que no me estén engañando. Así que he decidido creérmelos.

Y he decidido creérmelos por dos motivos. El primero es porque es más hermoso pensar que todavía existe gente honrada y bancos limpios que no hacerlo. Quiero creer que todavía hay personas que luchan para construir un mundo mejor, i no es incompatible que estas personas trabajen en banca, finanzas o incluso política. Siempre he dicho que en estos sectores es mejor infiltrar a personas honradas que lo transformen desde dentro que demonizar sin excepción a todos sus representantes. Así que decido creerme que esta gente ya ha empezado a trabajar en cambiar el mundo. Pero existe un segundo motivo que es más "científico".

A nivel práctico, la Banca Ética funciona exactamente igual que cualquier otro banco. Si tienes dinero lo ingresas y te lo remuneran a un tipo de interés. Si te falta pides un préstamo y lo pagas a un interés más alto. Y por el resto tienes la operativa básica de todos, domiciliaciones, nóminas, recibos, transferencias, etc... (exceptuando movimientos de efectivo). Igual que todos. Pero una cosa me llamó la atención.

Cuando fui a abrir un depósito lo remuneraban a un tipo de interés que era menos de la mitad de lo que paga la competencia. Es el precio de invertir en un banco ético. Te pagan menos intereses pero a cambio te garantizan que harán un buen uso de tu dinero y que tendrán una gestión interna honrada. Es como cuando decides comprar productos españoles en vez de chinos, aunque te cuesten más caros, porque tu criterio de decisión no se basa exclusivamente en el precio. El sistema se basa en que te fíes de su honestidad, y que renuncies a ese dinero a cambio de su palabra. Y eso me llevó a dos conclusiones.

a) Un banco que remunera los depósitos a interés bajo es más solvente que uno que lo hace a tipos altos. Y yo quiero un banco solvente, además de ético, para meter mis ahorros. Son criterios de gestión conservadores, que se salen de la clásica guerra de depósitos que comprometen la estabilidad de la entidad. Por un lado no necesitan prestar tan caro y mejoran su ratio de morosidad y su nivel de usura. Por otro demuestran un criterio menos especulativo sin interés por ganancias rápidas, exposición inmobiliaria u otros pelotazos similares que tanto daño han hecho al sector.

b) Sus tipos bajos son garantía de su honradez. Si algún día se descubre un escándalo de corrupción en estos bancos se hunden por completo. Su competitividad se basa en ello y los clientes no tendrán ninguna tolerancia a la falta de ética. No se lo pueden permitir. Para trabajar con un banco usurero, rastrero, corrupto y mentiroso me quedo con el que me dé más intereses. Por tanto cuidarán mucho su reputación porque su supervivencia depende de ello. Y eso me da garantías para confiar. Si además de éticos fueran excesivamente generosos sospecharía de ellos. (Como sospeché de Ruiz Mateos cuando ofrecía pagarés al 8% a años luz de lo que daba el mercado).

Quede claro que nadie me paga para hacer propaganda de nada. Sólo opino que tenemos más poder del que nos pensamos en nuestras elecciones de consumo. Muchísimo poder. Sólo necesitamos creérnoslo.

jueves, 7 de junio de 2012

GÀRGOLES SONDADES

A l'església d'Esporles (Mallorca) han sondat les gàrgoles. Desitjo que es millorin aviat... Tot i que també podria ser (per la cara que posen), que els estiguin extraient fluïds per la seva cria i reproducció en captivitat.

martes, 5 de junio de 2012

ENFERMEDADES

Hace un tiempo, la madre de una amiga murió de cáncer. Ella me preguntaba ¿por qué? ¿por qué le ha tenido que tocar a ella? Esta pregunta me hizo reflexionar.

Está claro que la raza humana ha tenido un comportamiento evolutivo muy distinto a las demás especies básicamente por dos motivos:

a) No tenemos un depredador natural. Por tanto los individuos débiles, peor adaptados o menos hábiles no son eliminados por él (como ocurre en muchas otras especies) y pueden reproducirse y propagar sus genes.

b) Los avances médicos permiten sobrevivir a personas con enfermedades hereditarias y trastornos genéticos que de forma natural no habrían llegado a la edad reproductiva y no los habrían transmitido a sus hijos.

Por tanto la salud natural de la especie humana se deteriora con el tiempo, compensada por los avances médicos, higiénicos, sanitarios y tecnológicos de los que cada vez somos más dependientes.

Básicamente equivaldría a que (en un mundo sin humanos) los leones tuvieran la capacidad reproductiva de los conejos (o de los monos) y aumentaran su longevidad a través de los avances científicos. Se produciría un desequilibrio y una sobrepoblación al romperse las reglas de la evolución.

Pero esto es solamente la predisposición hereditaria. Creo que es inevitable y que es bueno que así sea. No se escoge la herencia genética (al menos conscientemente una vez nacidos), y no seré yo el que pida un depredador o ser depurado por viejo, enfermizo o torpe.

Pero también opino que es la parte más pequeña de la causa de las enfermedades. Yo no creo en una lotería divina que diga "a ti te ha tocado tener un cáncer". No hay ninguna rifa sobrenatural de enfermedades que reparta aleatoriamente células cancerígenas entre la población.

Nuestro estado natural es estar sanos. El cuerpo es una máquina perfecta, increíblemente precisa y maravillosa. El trato que le damos, el mal uso y el abuso que hacemos de él es lo que realmente nos hace enfermar. Y hay, a mi entender, cinco tipos de agresiones:

a) Voluntarias - aunque parezca inconcebible, todavía hay gente que fuma, que bebe alcohol, que toma drogas, o café, que someten sus tímpanos a ruidos insoportables (discotecas, conciertos...), que se tatúan la piel (u otras torturas estéticas), que se someten a esfuerzos físicos o mentales brutales en su tiempo de ocio,...

b) Por ignorancia - nadie nace enseñado. Es un proceso lento y requiere una dedicación y un tiempo. Los ejemplos abundan. Dietas desequilibradas, azúcares, harinas refinadas, alimentos acidificantes, bollería, abuso de carnes rojas... Uso de detergentes, lejías, insecticidas, desinfectantes y otros productos (domésticos o industriales) sin la adecuada protección. Automedicación, costumbres insanas... Por supuesto no será el fabricante del producto tóxico el que desincentive su uso, pero en muchos casos, un poco de cultura e información bastaría para corregir verdaderas barbaridades que nos están matando a largo plazo. 

c) Inevitables (o por engaño)  - por sana que intentes que sea tu vida, a veces cuesta luchar contra muchas agresiones nocivas. Radiaciones y ondas de teléfonos móviles, wifis, radios, microondas y tele que no puedes ver, que hace 100 años no estaban y por tanto el ser humano no ha podido evolucionar en su defensa. Aunque elijas comida ecológica te pueden colar un montón de productos adulterados, transgénicos sin que te enteres. Puedes elegir dónde vives, pero en algunos lugares no puedes discriminar entre una bocanada de aire puro y una de contaminado. Productos como el DDT, (oficialmente inocuo hasta que se descubrió que mataba) pueden repetirse en un futuro con el Aspartamo (todavía legal por poderes económicos pero de demostrada toxicidad) y miles de productos actualmente autorizados. Encontramos mercurio en el pescado, antibióticos y hormonas en la carne, se cultivan cereales transgénicos... Respiramos vapores de plásticos, pinturas, barnices, aislantes, amianto,... Bebemos agua clorada, con metales pesados... La lista es infinita...

d) Por omisión - no basta con evitar las agresiones. Hay que cuidar el cuerpo proactivamente, cuidándolo, mimándolo y escuchándolo. Practicar deporte, estar en contacto con la Naturaleza, dormir las horas suficientes...

e) Mentales y espirituales - Una persona con los puntos anteriores cubiertos pero con pensamientos negativos, con emociones perturbadoras, estresada, carente de ocio o tiempo libre, con una vida vacía y sin contenido, con un trabajo que no le gusta y unas relaciones conyugales y sociales tóxicas, probablemente también enfermará. No somos solamente un cuerpo que funciona de forma independiente del resto.

Definitivamente no, no es una lotería. Y aunque el punto c) es de difícil aplicación (que no imposible, tenemos un montón de herramientas para mitigarlo), los otros puntos son relativamente sencillos. El quid de la cuestión es acordarse de ellos antes de enfermar, no cuando ya es demasiado tarde.

lunes, 4 de junio de 2012

LA MONARQUÍA 2

Hace un par de días la Reina de Inglaterra celebró que lleva 60 años en el trono. Una multitud de vasallos la aclamaban agitando banderillas nacionales a orillas del Támesis. ¿Qué debía estar pasando por sus cabezas?

Yo entiendo que estén a favor de la Monarquía los parásitos periféricos que viven de ella. Pero no puede haber tantos. No, aquellas personas realmente eran ciudadanos normales que creen que hay humanos superiores e inferiores. Creen que algunos nacen con legitimidad para mandarles. Para vivir de ellos. Y se someten alegremente. Les gusta delegar la responsabilidad en otro, venerarlo y adorarlo.

En la historia siempre ha sido así. En todas las culturas, en todas las regiones, en todo el mundo siempre ha habido personas que mandaban sobre otras. Reyes, emperadores, zares, faraones, césares, jefes de la tribu, papas... y a menor escala nobles, militares, jerarcas eclesiásticos. Y los que vivían de ellos los apoyaban. A veces, amparados por una religión y un lavado de cerebro apropiado, la gente corriente también se les sometía voluntariamente. Con ilusión.

Pero hoy en día ¿alguien cree que los reyes lo son por voluntad divina?. ¿Alguien cree que no son humanos? La reina de Inglaterra tiene la sangre roja, puede enfermar, usa seda interdental (bueno, ya no), caga (a veces con diarrea o estreñimiento), mea, se tira pedos y eructos, se hurga la nariz en la intimidad, se rasca los labios vaginales cuando le pican, se corta las uñas de los pies, apesta a sobaco si no se ducha, le huele el aliento si come ajo... exactamente igual que cualquier otra persona. ¿Por qué la gente celebra los 60 años de su reinado?

Estoy seguro que una monarquía como la española no resistiría un referéndum popular. No tienen tanto apoyo. Un rey que se funde los impuestos del contribuyente asesinando elefantes en Botswana mientras sus vasallos no consiguen llegar a fin de mes demuestra una sensibilidad incompatible con un cargo de mínima responsabilidad. Escándalos de corrupción (como Urdangarín no vaya a la cárcel empezamos a afilar guillotinas) de incompetencia (¿cómo se le puede dar una escopeta a un niño para que juegue?) o de supuesto déficit mental (¿nos creemos que la podredumbre del susodicho no la sabía nadie más en la familia?).

Pero creo que si el referéndum se hiciera en el Reino Unido tendría posibilidades de legitimar la existencia de la Monarquía en ese país. Y yo no lo entiendo. Yo creo que todas las personas somos iguales. Que no hay sangre noble ni plebeya. Ni castas ni razas ni familias ni apellidos superiores.

Hoy quiero acabar con un aforismo turbador. Que cada uno lo interprete como quiera:

No atribuyas a la maldad lo que puede ser explicado por la estupidez.

PARTICIPACIONES PREFERENTES

Hace unos días vi un reportaje sobre los afectados por las Participaciones Preferentes. Alegan que el banco no les informó adecuadamente de las características y los riesgos del producto. Poco a poco fui recordando que ese nombre me resultaba algo familiar.

Era el año 2010. Yo tengo unos ahorrillos que voy invirtiendo. Tengo unas normas básicas:

a) No inviertas en algo complejo. Solamente productos simples y fáciles de entender.

b) Nunca pongas en juego el capital. Que como mínimo siempre recupere lo que invertí.

c) El objetivo no es obtener alta rentabilidad, es no perder nunca lo que puse.

Ello implica que siempre invierto en depósitos a plazo fijo, por poco que den. Si alguna vez me he apartado de esta norma me he pillado los dedos. Por tanto mi perfil es ultra conservador.

Pero regresemos al año 2010. Tenía unos ahorros en el BBVA que quería reinvertir. Transcribo la conversación con la asesora comercial tal como fue:

- Buenos días, ¿a qué tipo remuneráis los depósitos a plazo fijo?
- Pues ahora los tenemos al 6% (no recuerdo el tipo exacto pero era muy alto comparado con el mercado)
- ¿A qué plazo?
- A un año (creo recordar)
- Me interesa, lo quiero contratar.
- Bien, el 50% de la inversión es un depósito a un año al 6%. El otro 50% son Participaciones Preferentes del BBVA también al 6%.
- No, no, yo solamente invierto en depósitos a plazo fijo.
- Pero es incluso mejor. Sacas el 6% de rendimiento y cuando lo necesites lo retiras íntegramente.
- Pero ¿a qué plazo son las Participaciones Preferentes?
- No tienen vencimiento, lo sacas cuando quieras.
- Entonces ¿son como acciones? ¿cotizan en un mercado?
- No, no, las acciones pueden bajar de precio, las Participaciones Preferentes siempre valen igual. Siempre recuperas íntegramente el capital que has invertido, y mientras tanto cobras el 6% de interés.
- Pero no lo entiendo... quien me devuelve el dinero, ¿el banco?
- No, otra persona que quiera comprarlas.
- ¿Y si nadie quiere?
- Siempre hay alguien que quiere. Es un producto excelente. El mejor producto que se comercializa actualmente en el banco. Garantía BBVA, intereses elevados, liquidez asegurada, solvencia contrastada. Yo misma he comprado un montón, y toda mi familia lo ha hecho. Mis padres...
- No lo tengo claro, ¿y si en un futuro nadie las quiere comprar?.
- Tranquilo, entonces el banco te las comprará.
- ¿El banco?
- Sí, si no encontramos contrapartida nosotros te las compraremos a ese precio y tú nunca perderás el capital invertido.
- Bueno, así la cosa cambia, ¿dónde hay que firmar?

Me fui hacia casa con la sensación en el estómago de que algo no iba bien. Supongo que había roto las reglas básicas y eso me hacía estar intranquilo. Así que al llegar a casa me revisé detenidamente la abundante documentación, de letra microscópica, que había firmado. Al día siguiente llamé desesperado a la oficina del banco.

- Buenos días, ayer leí la documentación del producto que contraté y en ningún lugar pone por escrito que el banco se compromete a comprarme las Participaciones Preferentes si no encuentra contrapartida.
- Bueno, pero es la práctica habitual, además ello no ocurre porque es un producto muy bueno, con mucha demanda y siempre hay alguien dispuesto a comprarlas.
- Ya, pero usted me ha dicho de palabra una característica del producto que no está reflejada documentalmente y por tanto dentro de un tiempo, si usted no trabaja aquí, nadie se acordará de lo que no está escrito.
- Pero no se preocupe, es el mejor producto del banco,...
- No lo quiero. Yo no quiero contratar algo que no acabo de entender. No me gustan las inversiones en sistemas piramidales que necesitas que alguien entre para poder salir (lo de Madoff estaba reciente). Yo quiero depósitos y esto no es un depósito. Así que retrocédalo.
- Bueno, el 50% de la inversión en el depósito se lo retrocedo ahora mismo, pero lo de las Participaciones Preferentes ya es demasiado tarde. Ya están compradas.
- Pues véndalas.
- Bueno buscaremos alguien que las quiera comprar, pero tal vez tarde unos días...
- Esperaré y sino que me las compre el banco como usted me dijo.
- No, no hará falta, esto se vende como churros, es un producto muy bueno...
- Puedo esperar unos días pero no quiero este producto.
- Pero es una pena... porque solamente las tendrá un día, no le darán ningún tipo de interés, y sin embargo la compra-venta tiene una comisión. Usted pagará la comisión y no cobrará nada. Perderá dinero. Si se espera, cuando cobre los intereses compensará esta comisión de la compra-venta...
- No me fío del producto ni de ustedes. Quiero recuperar el dinero.
- De acuerdo las ponemos a la venta.

Estuve una semana revisando cada día las cuentas por Internet y llamando para ver si ya estaba vendido. Una semana sufriendo. Al final recuperé todo el dinero menos la comisión. Esa comisión fue la lección perfecta para no volver a romper nunca más las reglas de inversión y para no volver a confiar nunca más en el BBVA (ni en los consejos de un asesor comercial de un banco).

Obviamente me llevé los ahorros a otra entidad y cancelé todas las cuentas. Nunca he vuelto a trabajar con ellos.

Y me olvidé del tema... hasta que vi el reportaje.

Yo tengo una licenciatura en Ciencias Actuariales y Financieras y un master en Inversiones Financieras. Trabajé en el sector una temporada de mi vida. Y AUN ASÍ ME ENGAÑARON. (Me soplaron una comisión con mentiras). ¿Cómo no van a engañar a las abuelas que salían en el documental que no tienen ni idea de ingeniería financiera? Que confían en lo que les dice el comercial de la oficina. Que no se leen las montañas de papel que les entregan. Que todavía creen en la honestidad de las personas y las entidades a los que les confían sus ahorros.

Yo me salvé por los pelos. Pero cuando veo a toda esa gente luchando para recuperar su dinero, y los argumentos de defensa de los bancos, me indigno. Basándome en mi experiencia, me indigno.