viernes, 18 de noviembre de 2011

EL SENADO

Se acercan las elecciones generales.

Mucha gente no irá a votar. Unos están desencantados. Otros pasan. Los hay antisistema, o antidemocracia. Algunos no encuentran alternativa y creen que les es absolutamente indiferente gane quien gane a pesar de las distintas ideologías que se presentan. Los hay que piensan que es más importante disponer de ese domingo para sus tareas que dedicar unos minutos a participar en lo que determinará la política del país los próximos cuatro años.

Muchos, por inercia votarán lo mismo para el Congreso que para el Senado. Algunos ni saben que son dos elecciones para cosas distintas que coinciden en el mismo día. Ni se plantean para qué sirve el papelito color salmón donde se ponen las crucecitas.

Sin embargo, todos ellos, voten o no, sufrirán la subida de impuestos cuando las arcas públicas estén vacías, los recortes en servicios esenciales y las apretadas de cinturón que impone la crisis gobierne quien gobierne.

Y piensan que no está en sus manos hacer nada. Que un solo voto no tiene poder. Que ellos no pueden arreglar la situación. Que ningún partido marcaría la diferencia. Que es mejor quejarse y culpar al que tome el poder. Y sin embargo es justo el día de las elecciones que pueden hacer algo. Algo real.

Yo no creo en el Senado. Veo mucha similitud con la monarquía. Todavía no sé para qué sirve. Muchos países democráticos no lo tienen y viven felices. Para mí es un gasto prescindible que en época de crisis hay que eliminar, de los primeros.

Pero ¿quién eliminará el Senado?

¿Los Senadores? Para ellos es un chollo, una jubilación dorada para viejas glorias, una fuente de abundantes ingresos por no hacer nada. Ellos no matarán a la gallina de los huevos de oro.

¿Los Partidos Políticos? Ellos tienen un refugio para su retiro personal, o un lugar donde enviar a los que quieren premiar o que no molesten. Los propios partidos ni hacen propaganda para el Senado en sus campañas electorales. Conozco a la mayoría de los candidatos al Congreso y ni uno para el Senado. No los nombran. Piensan que la gente votará por inercia lo mismo cuando encuentre dos sobres.

¿Los Ciudadanos? Ellos creen que no tienen poder para eliminarlo, y realmente no lo tienen, exceptuando una vez cada cuatro años. Y una de estas veces está muy cerca. Pero ¿cómo?

- La abstención da poder a los que sí que votan y es conformarse con lo que ellos decidan. Delegar en ellos tu voluntad para que elijan por ti.

- Votar a un partido es afirmarse en la conformidad con la existencia del Senado como institución parasitaria.

- Votar en blanco es una señal de protesta simbólica. El voto en blanco no computa, se aparta del recuento. Si todo el mundo lo hiciera, sólo con el voto de los propios senadores (y ellos seguro que se votan) ya tendrían el caviar asegurado.

- Votar a alguien que se comprometa a que el voto en blanco compute para que la opción anterior sí que sea útil. Es lo que yo hago. Yo voto a Escaños en Blanco:


 Es un toque de atención que sí computa. La gente me dice: "¿Votas a estos? No les conoces de nada, no sabes si cumplirán..."  Y yo contesto: "¿Y los demás? ¿Los conoces? ¿Conoces realmente quien está dentro de los grandes partidos y mueve los hilos? Los conoces tan poco como a estos, aunque hagan más propaganda electoral, y no, tampoco tienes garantía de que ellos sí que cumplan".  Hay que confiar porque la gente honrada existe en todas partes.

Sí, voto a Escaños en Blanco para el Senado. Para el Congreso voto otro partido. Un partido que no me gusta y no me representa, porque no encuentro ninguno que lo haga, pero para mí no es absolutamente indiferente quien gane. Tengo preferencias aunque ninguno me guste del todo, y por tanto no voto en blanco.

Pero para el Senado... para el Senado sí que me siento identificado con un partido. Al 100%. Por una vez tengo clarísimo a quien voy a votar...




miércoles, 16 de noviembre de 2011

MASA CORPORAL

Estoy delgado. Si se compara mi masa corporal con el promedio de varones de mi edad en el continente europeo o norte americano se puede considerar que me "faltan" algunos quilos. ¿Para qué? ¿Para llegar a dónde? ... Como soy bastante alto todavía se me nota más. No existe ningún peso ideal, lo importante es tener buena salud y encontrarse bien. El resto son estadísticas y comparaciones.

Sin embargo estar delgado está socialmente bien visto, y hay más gente intentando adelgazar que engordar (en los países occidentales y todavía ricos como el nuestro). Por ello hay una cierta laxitud a la hora de remarcar mi delgadez que no existiría en el caso contrario.

Prácticamente cualquier persona que me encuentro, que no veo desde hace más de un mes hace el mismo tipo de comentarios: "¡Estás muy delgado!" "Cada día estás más delgado" "¿Te has adelgazado?". Yo debería responder "Y tú cada día estás más gordo" "Cada día estás más viejo" "Cada día estás más calvo" "Cada día estás más feo". Probablemente me acercaría a la realidad más que ellos, pero no lo hago porque por cortesía se acepta la delgadez pero no la obesidad, la constatación del inevitable paso del tiempo, la alopecia o la fealdad. Aunque podría remarcar otros atributos, "Cada día estás más alto, más bajo, más miope, más zurdo, más monógamo, más heterosexual,..."

Cualquier atributo físico, "bueno", "malo" o indiferente, cualquiera, que te lo repitan el número suficiente de veces se puede llegar a hacer pesado. Si cada vez que te ve cualquier persona remarcara tu altura, tu masa corporal, el color de tu pelo o tu lunar en el prepucio lo acabarías aburriendo. Podrías llegar a pensar que tienes un problema o simplemente podrías acabar hasta la bolsa escrotal de escuchar siempre la misma frase.

Es por ello que siempre que veo una persona con atributos estadísticamente diferenciados me cuido bien de no recordárselos. Imagino que puede estar saturado de comentarios sobre su particularidad, y no quiero ser yo el original de turno que se demuestre incapacitado para mantener una conversación alternativa.

Ello es extrapolable a la parejita joven de la boda que todos machacan con "¿Y vosotros para cuando?" "¿Sois los próximos?". Pues igual no se quieren casar. O uno sí y el otro no y están en crisis encubierta por ello. O simplemente están hasta los genitales respectivos de escucharlo.

Por no hablar de la parejita en edad fértil que va a visitar a un neonato y los neopadres les preguntan "¿No os animáis?" "¿Venga que nuestro chiquitín quiere un amiguito para jugar?" "A ver si os ponéis las pilas". Pues podría ser que lleven años intentándolo y les recuerdes lo que les cuesta a ellos y lo fácil que ha sido para ti. O que uno quiera y el otro no y están en crisis encubierta por ello (esta frase me suena). O que no quieran tener hijos, o no puedan o simplemente estén hasta los genitales respectivos de escucharlo (bis). Y encima tienen que mentir diciendo que el bebé es guapo. Pues no, es feo, y no se parece a nadie de la familia, todavía no han tenido tiempo de moldearlo. Ya le llegará.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

LOS PLANES DE PENSIONES

No entiendo la filosofía de los Planes de Pensiones. Congelas un dinero que no podrás utilizar hasta el día de tu jubilación. ¿Por qué? Porque no te fías de ti mismo y crees que no tienes la madurez suficiente como para administrar con libertad y buen juicio tus propios ahorros. Porque piensas que si lo tienes te lo gastarás y si te lo retienen a la fuerza no podrás cambiar de opinión y darle otro uso en el momento presente. Respeto esa opinión y supongo que hay gente que funciona así.

Personalmente prefiero administrar mis propios ahorros. Y lo que es más importante, decidir dónde los invierto y cómo y cuando me los gasto.

Sin embargo los Planes de Pensiones tienen bastante difusión básicamente por dos motivos.

Uno - Son un chollo para las entidades financieras, bancos, aseguradoras... Fidelizan clientes y tienen unos fondos disponibles intocables durante años. Es cierto que los derechos consolidados se pueden traspasar de entidad, pero no se pueden recuperar anticipadamente así que el incentivo para moverlos es menor. La entidad gestora y la entidad depositaria cobran unas comisiones para invertirlos y guardarlos durante años y nadie quiere renunciar a ese pastel. (Yo tampoco creo en los fondos de inversión, si pierdo dinero quiero que sea por mi propia responsabilidad y decisión, y no pagar a un ludópata para que se lo funda en mi nombre).

Dos - El estado los promueve. El sistema de pensiones público es de reparto. Lo que cotizas hoy sirve para pagar a los jubilados actuales y confías en que los trabajadores futuros paguen tu pensión. Esto es un chollo para el que se lo inventó, él no cotizó y cobró pensión, pero si la pirámide poblacional y la esperanza de vida varían (y son variables) te arriesgas a haber cotizado toda la vida (o ni que hayas cotizado un mes) y no ver ni un euro de pensión pública cuando te jubiles. Esto es injusto. Si no voy a cobrar prefiero guardármelo y administrármelo yo. Exactamente igual que con los Planes Privados.

Por ello yo digo. Menos incentivar fiscalmente los Planes Privados de Pensiones y más mejoras de la fiscalidad del ahorro en general, que ya somos mayorcitos para administrar nuestros propios dineritos... aunque viendo como la gente se endeuda para vivir por encima de sus posibilidades puede ser que me equivoque...


martes, 1 de noviembre de 2011

ANUNCIADO EN TV

Nunca he entendido lo de promocionar un producto a base de resaltar que se anuncia en TV. ¿Y qué? ¿Se supone que afecta en algo a la calidad? ¿Es garantía de algo? ¿De que la empresa puede costearse un anuncio en la televisión? Ello no implica que sea solvente, tal vez han dilapidado su estabilidad gastando demasiado en publicidad...

Para mí que un producto se anuncie en TV no me da garantía de nada. No me motiva a comprarlo. Ni a dejar de hacerlo. La tele casi no la miro, y si algo me sobra en especial son los anuncios. Como si los de la TV hicieran una auditoría de los productos que publicitan para verificar que son de buena calidad y responder por ellos.

Y aprovecho para decir, aunque no venga a cuento, que me da rabia cuando en una película el conductor está hablando con el copiloto y se pasa varios minutos mirándole a la cara, en vez de mirar a la carretera. ¿Quién se supone que conduce? ¿El piloto automático? ¿El Coche Fantástico? ¿El cámara?.

Por no hablar de las famosas pistolas de balas infinitas. No soy un experto en armas cortas, pero un revólver puede tener de promedio unas 6 balas. Y una pistola ¿cuantas puede tener? 10 a lo sumo. Tal vez 12. Pero no 30. No puedes estar media película disparando sin recargar y que no se acaben. Todo se acaba. Incluso este artículo.